• Cambios en tus hábitos alimenticios o de sueño

• Aislarte de las personas y actividades que habitualmente disfrutas

• Tener nada o poca energía

• Sentirte vacío o como si nada importara

• Tener dolores y molestias inexplicables

• Sentirte impotente o sin esperanza

• Fumar, beber o usar drogas más de lo habitual

• Sentirte inusualmente confundido, olvidadizo, enfadado, molesto, preocupado o asustado

• Tener cambios de humor severos que causen problemas en tus relaciones

• Tener pensamientos y recuerdos que no puedes sacar de su cabeza

• Escuchar voces o creer cosas que no son ciertas

• Pensar en dañarte a ti mismo o a otros

• No poder realizar tareas diarias como cuidar a tus hijos o ir al trabajo o la escuela

La detección temprana y la prevención son muy importantes. Si crees que puedes tener un problema de salud mental, busca ayuda. Las intervenciones psicológicas en salud mental han demostrado su rentabilidad coste-beneficio, solas o en combinación con otros tratamientos, como señala un reciente informe publicado por la OMS.

Silvia Bautista. Psicóloga. Collado Villalba. Madrid.