La muerte es la manifestación más grave de este
problema, pero no la única. La violencia dentro de la pareja comprende también
todos los casos de mujeres que sufren dentro de su relación de pareja conductas
agresivas por parte de su compañero sentimental. Mujeres que a partir de un
determinado momento en su relación de pareja, comienzan a recibir insultos,
menosprecios, desvalorizaciones, hasta llegar, en muchos casos, a sufrir
agresiones físicas, a ser aisladas de sus familiares y amigos, a ver su dinero
o el dinero familiar controlado por su pareja, sin poder comprar ni comida, a
verse obligadas a renunciar a su trabajo y a sufrir un sinfín de conductas
violentas diferentes.
Se trata de una violencia que afecta a las mujeres por el mero hecho de serlo. Constituye un atentado contra la integridad, la dignidad y la libertad de las mujeres. Es una violencia que afecta a todas las clases sociales, nivel cultural y edad. Sabemos que existe violencia de género también en adolescentes.
Eres una mujer maltratada:
- Cuando tu novio, marido o compañero te golpea, te insulta, te amenaza, te hace sentir humillada, estúpida e inútil...
- Si te impide ver a tu familia o tener contacto con tus amigos, vecinos...
- Si no te deja trabajar o estudiar...
- Si te quita el dinero que ganas o no te da lo que precisas para las necesidades básicas de la familia...
- Si te controla, te acosa y decide por ti...
- Si te descalifica o se mofa de tus actuaciones...
- Si te castiga con la incomunicación verbal o permanece sordo ante tus manifestaciones...
- Si te desautoriza constantemente en presencia de los hijos, invitándoles a no tenerte en cuenta...
- Si te impone el acto sexual.
El maltratador
- Es selectivo en el ejercicio de la violencia contra la pareja. Es capaz de controlarse en cualquier otra situación.
- No sólo proviene de sectores marginales. Puede ser abogado, periodista, policía, médico, juez, político, funcionario, militar, etc.
- Está convencido de que le perteneces en exclusividad y, en consecuencia, puede hacer contigo lo que le venga en gana. En muchas ocasiones el agresor justifica su conducta violenta atribuyéndola a que tu comportamiento es inadecuado, porque no respetas sus deseos o no le prestas la atención absorbente que exige.
Educar en igualdad a los más pequeños es el camino más seguro para evitar los comportamientos machistas y las ideas sexistas, que perpetúan la falsa creencia de superioridad del hombre sobre la mujer. La prevención y la educación deben ser los principales instrumentos en la lucha contra los malos tratos, sin embargo, paralelo a este camino de futuro debemos continuar con las medidas de protección y ayuda a las mujeres que sufren violencia por parte de su pareja.
Si estás en esta situación, pide ayuda.
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