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Publicado: 10 de Noviembre de 2019
Cada persona debe aportar su
granito de arena para que el trabajo en equipo permita los mejores resultados.
Cuando esto sucede la sensación de cada uno es genial, pero en muchas ocasiones
resulta complicado llegar a esta situación.
A veces, no nos ponemos de acuerdo con los objetivos, con las prioridades o en cómo realizar la tarea. Bueno incluso sucede que no nos ponemos de acuerdo ni en cuándo hacer la tarea. Ninguna fecha, ninguna hora nos viene bien a todos. Estoy pensando en las familias que tienen que asumir tantas tareas y lógicamente deben repartirla entre todos, o en los peques en sus coles cuando empiezan a formar grupos para entregar un trabajo. Cuando se instala el caos, el conflicto y la pérdida de tiempo… todo parece un lío imposible de resolver, donde el trabajo no sale adelante.
Algunos estudios hablan de las 5C para facilitar el trabajo en equipo: comunicación, coordinación, complementariedad, confianza y compromiso. Todas estas “C” ayudan sin duda, pero yo casi me quedo con la última. Cuando alguien quiere hacer algo lo hace, sin entrar en dinámicas de escaqueo, confusión, enredo o la típica lucha de ganancia-pérdida.
Si somos capaces de pensar en términos de ganancia mutua, donde todos obtenemos algún beneficio, la tarea resulta mucho más fácil de llevar adelante y éste es uno de los mejores hábitos que podemos enseñar a nuestros hijos.
Silvia Bautista. Psicóloga. Collado Villalba. Madrid.