/photos/449/449316975/1607254795710.png)
Publicado: 6 de Diciembre de 2020
Menos lo reflejo, todo lo hemos aprendido de otro ser humano. A leer, a escribir, a comportarnos, a escuchar, a controlar los impulsos o a hacer raíces cuadradas.
¿Os acordáis de Genie la niña salvaje? No desarrolló la capacidad de lenguaje ni de relación, ni de cuidado. Casi parecía inhumana. Es un caso extremo, sin duda, pero nos ayuda a recordar que se aprende a ser humano de la mano de otro ser humano. Al principio de la vida, otro me tiene que ayudar para comer, descansar, tranquilizarme… Después, ese otro me enseñará estrategias para que yo pueda hacerlo solo.
Pero, si yo no sé cocinar para mí, ¿Cómo voy a cocinar para otro? Si yo no sé calmar mis nervios, ¿Cómo voy a calmar a otro o a enseñarle a calmarse?
Las personas hacemos, solo, aquello que podemos. La buena noticia es que se aprende todo, por eso se enseña todo.
Silvia Bautista. Psicóloga. Collado Villalba. Madrid.