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Publicado: 13 de Diciembre de 2020
Trabajar bien, hacer bien las cosas, suele conllevar una cierta satisfacción. Sirve además para lograr una independencia económica, para sacar adelante a mi familia. Trabajar, facilita que se tomen ciertas decisiones con más seguridad.
En medio de la situación laboral tremendamente estresante, en la que nos encontramos ahora, donde unos sectores han visto su actividad parada o mantenida bajo mínimos (cultura, hostelería, turismo…). Otros sectores están completamente desbordados (sanitarios, educativos, en las fuerzas armadas, personal de las funerarias…) Y otros sectores están abrumados por la tecnología que han tenido que adaptar para seguir trabajando. No es fácil mirar el trabajo como una fuente de satisfacción. En muchos casos, con jornadas extenuantes, parece que tenemos poco control sobre lo que vamos haciendo.
La inseguridad laboral genera una pérdida de calidad de vida que muchas veces se expresa en forma de fatiga permanente, conflictos familiares y sensación de vacío existencial.
Realmente estamos haciendo un esfuerzo, donde la incertidumbre es nuestra compañera desde hace ya muchos meses. Con un ojo puesto en la vacuna y otro en la posible tercera ola, no dejemos de mirar hacia adelante con ganas de superar el reto que la vida nos ha planteado.
Silvia Bautista. Psicóloga. Collado Villalba. Madrid.