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Publicado: 30 de Mayo de 2020
Hoy hablaremos de duelo. De todo lo que se ha perdido tras la pandemia
del COVID-19. De los que ya no están y de lo que seguimos y
seguiremos, echando de menos.
El duelo es la reacción normal, tras la pérdida de un ser querido. Se trata de un proceso psicológico necesario, que permite a la persona la elaboración de la pérdida y la adaptación a la nueva realidad.
Sin embargo, vivimos en una sociedad tanatofóbica, que evita hablar de la muerte, que potencia la exhibición de felicidad y alegría. Tenemos mucha dificultad para enfrentarnos a las emociones que van aparejadas al duelo, como negación, rabia, ira, e incluso envidia y culpa.
Muchas veces los dolientes no se permiten transitar por este proceso, lo evitan o precipitan su salida. Sabemos que un duelo no elaborado, puede aflorar, incluso años después, en forma de depresión.
La mayoría de las personas se recupera en un periodo de tiempo relativamente corto. Pero las particularidades de una repentina muerte por Covid hacen que los duelos sean de riesgo. Otros factores a tomar en cuenta para valorar un duelo complicado son: El parentesco, la edad, el estilo de afrontamiento, la resiliencia, bienestar psicológico, apoyo social percibido, duelos previos no resueltos y el miedo a la muerte.
Silvia Bautista. Psicóloga. Collado Villalba. Madrid.