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Publicado: 15 de Septiembre de 2019
“No es el sufrimiento en sí mismo el que madura o enturbia al hombre, es el hombre el que da sentido al sufrimiento” Viktor Frankl
El autor de esta frase es uno de los referentes más destacados de la psicología del siglo XX. En 1942, en pleno apogeo de los nazis, él y su familia fueron hechos prisioneros e internados en los campos de concentración.
Quienes nunca han pisado un Lager (campos de exterminio) se hacen una idea equivocada de la vida en un campo de concentración, mezclando sentimentalismo y compasión. Desconocen la lucha por sobrevivir que extenuaba a los prisioneros. La lucha diaria por un trozo de pan, por mantenerse vivo o salvar a un compañero.
Al ser liberado, escribió un precioso libro “El hombre en busca de sentido” donde nos deja perlas como esta; El sentido de la vida es así de natural: amores, amistades, proyectos, obligaciones, ilusiones, nostalgias… todo aquello capaz de servir de palanca para la acción concreta y cotidiana. Y son precisamente esas acciones concretas y cotidianas las que completan el sentido de una vida. No hay nada en el mundo que sea tan capaz de consolar a una persona de las fatigas internas o las dificultades externas como el tener conocimiento de un deber específico, de un sentido muy concreto, no en el conjunto de su vida, sino aquí y ahora, en la situación concreta que se encuentra.
Silvia Bautista. Psicóloga. Collado Villalba. Madrid.