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Publicado: 7 de Septiembre de 2019
El acoso escolar o bullying es un hecho cada vez más frecuente en los centros de enseñanza y se produce cuando un niño o adolescente es agredido física y psíquicamente de manera reiterada por un alumno o un grupo de alumnos. Agresión, intimidación, aislamiento, amenazas, insultos, burlas y otras actitudes similares son diferentes expresiones del acoso escolar.
El tipo de acoso más habitual se basa en los insultos y el menosprecio de la víctima en público intentando ridiculizarla en todo momento. El objetivo final es aislar completamente a la víctima del resto de sus compañeros, logrando su exclusión total de las actividades compartidas dentro del colegio
Tal y como señala la UNESCO, la violencia en las escuelas dificulta el aprendizaje y tiene consecuencias negativas para la salud física y mental de los menores.
La intimidación socava el sentido de pertenencia de los niños y sus aspiraciones de futuro. Los niños que son acosados con frecuencia sienten su escuela como un sitio extraño para ellos, tienden a faltar con frecuencia y también es común que deseen abandonar la escuela.
Los resultados académicos son más bajos para los niños que son acosados, debido a las dificultades que experimentan para concentrarse.
Otras consecuencias del acoso escolar para la víctima: Baja autoestima, elevados niveles de ansiedad, problemas para conciliar el sueño por la noche, cuadros depresivos, incluso muchos niños revelan haber considerado el suicidio.
Silvia Bautista. Psicóloga. Collado Villalba. Madrid.