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Publicado: 23 de Junio de 2019
Los cinco miembros de la Manada vuelven a la cárcel. El Tribunal Supremo aprecia que hubo una agresión sexual en grupo con trato vejatorio, delito de violación. Esta sentencia acaba con una cierta sensación de impunidad existente frente a este tipo de delitos. Además pone el foco del problema en el agresor.
Pero la solución a este tipo de delitos no está solo en la ley. Algo más habrá que hacer para que ellos vean a las mujeres como seres humanos plenos de derecho y no como objetos de usar y tirar. Algo habrá que hacer para que ellos no se sientan orgullosos de ejercer y demostrar su virilidad con violencia. ¿Qué piensan estos tipos que es la virilidad? ¿Qué es la diversión para ellos? ¿tener a su disposición chicas intimidadas que hagan lo que ellos deseen aunque ellas no quieran?
Y no era el primer caso, ni el último. Este tipo de delitos se ha repetido desde aquellos San Fermines. Más de 100 agresiones, un tercio de ellas con participación de menores.
Hay que visibilizar qué escalones se han subido antes para llegar a normalizar las agresiones. Porque cuando se llega a esta situación, para ellos es completamente normal lo que hicieron, siguieron de fiesta sin problema. Ellos se ven inocentes. Afortunadamente la mayoría de la sociedad no. La mayoría de la sociedad está más sensibilizada que nunca.
Quiero hacerme eco aquí de las palabras de la asociación Mujeres Juezas: “Lo decidió el Supremo tras la lucha de una víctima, a la que daremos siempre las gracias y pediremos perdón por lo difícil que se lo hemos puesto”.
Silvia Bautista. Psicóloga. Collado Villalba. Madrid.