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Publicado: 23 de Mayo de 2021
Disciplina no es simplemente autoridad, es mucho más que eso. Y la proactividad es un estilo educativo. Algunos dicen que es el primer hábito de la gente altamente efectiva. Pensemos en ello.
La disciplina tiene como objetivo adquirir o enseñar buenos hábitos, a través de normas, para conseguir un meta.
¿Qué quiero transmitir a mis hijos? ¿Qué quiero que aprendan? ¿Qué sean ordenados? ¿Qué sean buenas personas? ¿Responsables? ¿Qué sepan elegir?
Normalmente las metas que me propongo para ellos, tienen mucho que ver con el significado que la vida tiene para mí. Resulta agotador, casi caricaturesco querer metas para mis hijos que yo no comparto. La familia transmite sus valores con el ejemplo. Lo que ellos ven es lo que podrán escoger.
La proactividad no es hacer mil cosas. Ir como pollo sin cabeza no tiene mucho que ver con proactividad ni con disciplina. ¿Cómo reacciono cuando sucede algo que no espero? Algunas personas reaccionan de manera pasiva, no hacen nada, dejan la vida pasar. Otras reaccionan a cada situación. Pasan cosas y reaccionan sobre la marcha, casi en modo supervivencia.
El estilo proactivo propone pensar más allá de lo que sucede, tomar distancia e imaginar, visualizar qué quieres conseguir, cómo te ves en un futuro. Pensar ahora cómo quieres que sean tus hijos dentro de diez años. Qué relación quieres tener con ellos dentro de cinco años, Y qué tienes que hacer para llegar a esa situación. Qué está en tu mano hacer ahora.
Silvia Bautista. Psicóloga. Collado Villalba. Madrid.