/photos/449/449316975/b14376b97d2447a7a4223cce60f6ecc3.jpg)
Publicado: 6 de Noviembre de 2019
El Colegio Oficial de la Psicología de Madrid hace público un manifiesto para conmemorar el Día del Cuidador, que se celebró ayer.
Se define al cuidador o cuidadora como “aquella persona que asiste o cuida a otra afectada de cualquier tipo de discapacidad, minusvalía o incapacidad que le dificulta o impide el desarrollo normal de sus actividades vitales cotidianas o de sus relaciones sociales”
Esta labor de ayuda, que es desempeñada de manera frecuente por familiares o personas cercanas que tienen un vínculo afectivo con la persona dependiente, resulta en ocasiones penosa porque supone una carga difícil de sobrellevar, no solo física sino también psicológica. Una experiencia prolongada en el tiempo que exige una reorganización familiar y laboral en función de las tareas de cuidar.
Cuidar supone:
- Perder libertad.
- No tener horarios.
- No tener tiempo libre ni para la familia ni para los amigos.
- No disfrutar de vacaciones.
- Realizar un esfuerzo que no recibe ninguna recompensa, a veces ni agradecimiento.
- Sentirse solo, triste, preocupado
- Dificultades para conciliar el cuidado del familiar con el trabajo
- Que el rendimiento laboral se vea afectado por la sobrecarga de cuidar
- Sufrir, por saber que el final será duro, que no habrá solución y que tendrá que tomar decisiones difíciles.
- Problemas de salud física y mental.
Una cuidadora o cuidador se enfrenta a cada situación de Dependencia de manera diferente. Cada persona posee estrategias de afrontamiento distintas para abordar las situaciones negativas, pero cuando la persona no es capaz de adaptarse a las circunstancias de una manera positiva aparece el llamado “Síndrome del Cuidador”, que se manifiesta con síntomas como: nerviosismo, estrés, tristeza, disminución del apetito, dolores, sudoraciones, taquicardias, trastornos del sueño, falta de atención, problemas de memoria, afecciones de la piel, reducción del rendimiento laboral, automedicación, disminución del autocuidado, etc.
Para poder cuidar es necesario cuidarse a uno mismo, mantener un buen estado de salud, sentirse bien a nivel emocional y tener calidad de vida. Esto se traducirá en prestar una atención de calidad a la persona dependiente.
Silvia Bautista. Psicóloga. Collado Villalba. Madrid.