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Publicado: 31 de Enero de 2021
Agotados. Aun así, continúan en la brecha, haciendo su trabajo con responsabilidad, afrontando esta situación como un reto único, intentando aprender, cuidar, salvar… Pero qué difícil en esta situación de sobrecarga permanente.
Como profesionales sanitarios hay que explorar, diagnosticar y atender no sólo a organismos enfermos sino a las personas que los padecen. El enfermo no lleva su cabeza o sus pulmones a que los visiten; va todo él, con sus miedos y sus esperanzas.
“Como médico es lo peor que he vivido en mi vida” “Somos la última esperanza, el último eslabón. Si se rompe, el paciente muere”. El paciente no es un número de habitación o un conjunto de síntomas físicos. Es una persona quien fallece, con familia, amigos, proyectos… Alguien a quien intentaron cuidar.
Tiran de optimismo para recordar a los compañeros derrumbados que su tarea es crucial, que deben seguir intentando salvar a cada persona que llega, a tantas personas que llegan.
Reparten ánimos, pero se sienten muy cansados: “Son ya muchos meses de batalla y no ves el final”
Necesitan más recursos, más ayuda. Son quienes nos cuidan. ¿Quién cuida de ellos? ¿Cómo cuidamos a quienes nos cuidan? ¿Qué puedes hacer tú?
- Silvia Bautista. Psicóloga. Collado Villalba. Madrid.